
La vida útil del embrague, como ocurre con otros componentes, depende del uso que le demos al vehículo y de nuestro estilo de conducción particular. Por lo tanto, no existe una estimación media que nos permita saber con seguridad si tenemos un embrague gastado.
Por ello, tendremos que prestarle atención a los síntomas que nos indican que tenemos que sustituir el embrague, como pueden ser que el embrague patina, un embrague duro, un embrague blando o que el embrague se queda pillado, por citar algunas de los problemas más comunes con este componente.
Estos y otros indicios pueden levantar nuestras sospechas sobre un embrague roto, por lo que es realmente importante para el cuidado de nuestro vehículo estar familiarizado con ellos. Con este objetivo y otros, como prevenir su desgaste prematuro, ¡vamos a aprender un poco sobre ello!
Principales signos que indican el fallo del embrague
- Pérdida de potencia al cambiar de marcha
- Ruido cuando pisas el pedal de embrague
- Vibración cuando pisas el pedal de embrague
- Aumento del recorrido del pedal de embrague
- Olor a quemado en la cabina del coche
- Reducción de la potencia del motor
- El coche da sacudidas cuando cambias de marcha
Nociones básicas sobre el embrague de un coche
El embrague está formado por distintos componentes que sufren deterioro por su propio uso. Otros de sus componentes necesitan un mantenimiento regular, por lo que también pueden empezar a dar problemas más tarde o más temprano.
El sistema de embrague es distinto entre los diferentes modelos de automóvil, pero por lo general, incluye los siguientes componentes:
Acciones como las paradas y arranques constantes, por ejemplo al conducir por la ciudad, remolcar cargas pesadas o dejar el pie descansando sobre el pedal de embrague pueden provocar su deterioro acelerado.
Cómo detectar averías del embrague
Normalmente, debemos prestar atención a los ruidos extraños, al comportamiento del pedal y al propio desempeño del embrague, pues esto ayudará a identificar el origen del problema. A continuación, vamos describir los embrague gastado síntomas, así como sus posible soluciones.
Rendimiento pobre del vehículo

Un arranque lento aunque el motor acelere correctamente o la dificultad para engranar una determinada marcha, son indicios directos de que el embrague tiene algún problema. Por ejemplo, encontramos el problema de que el embrague patina. Esta avería se produce cuando el disco de embrague está gastado.
La pérdida de adherencia se produce por el desgaste del material de fricción, lo que supone una menor superficie de agarre para el volante de inercia y la placa de presión y dificulta la transferencia del par. Además, existen otras posibles causas para que se produzca el problema de que el embrague patina:
En caso de haber sustituido el embrague recientemente, es normal descubrir que el embrague nuevo hace ruido. Para que el proceso de acomodamiento se produzca adecuadamente, conviene circular relajadamente durante los primeros 250 km después de la instalación del nuevo componente.
Se puede realizar una sencilla prueba para comprobar si es cierto que el embrague patina:
Cuando el embrague activa el volante de inercia y la placa de presión, el motor debería calarse. Si no lo hace, entonces es que el embrague patina.
Ruidos del pedal de embrague
Puede que el pedal de embrague o la transmisión haga ruidos raros al pisarlo o al soltarlo. Normalmente se trata de chirridos o rugidos procedentes del mecanismo de desembrague hidráulico o mecánico. Al secarse el lubricante, el mecanismo se desgasta y puede empezar a hacer estos ruidos.
También suele ocurrir que el coche hace mucho ruido con la transmisión en posición neutral pero que el ruido desaparezca cuando se pisa el pedal de embrague. En este caso, es posible que el problema este causado por un rodamiento del eje de entrada desgastado.
Otra situación de ruidos del embrague pueden ser los chirridos o rugidos que se producen al pisar el embrague. Esto suele estar provocado por un problema con el cojinete de desembrague, por desgaste, falta de lubricante o porque se ha deteriorado.
Este problema también puede estar causado por un cojinete piloto del embrague desgastado. En este caso, los ruidos de chirridos o de fricción metálica se escuchan cuando se pisa a fondo el embrague y ocurre porque los cojinetes piloto dejan holgura para vibren el eje de entrada y el disco del embrague.
Los ruidos de roce metálico cuando se cambian las marchas, el deslizamiento del embrague, ocurren cuando el disco de embrague se queda activado o atascado, provocando que el eje de entrada siga girando incluso aunque se pise por completo el pedal de embrague.
Ya que el eje de entrada todavía se encuentra girando, al intentar cambiar de marcha, sobre todo a marcha atrás, se produce el ruido de molienda. También puede deberse a otros problemas: de la placa de presión, del cojinete de desembrague o del mecanismo de liberación.
Comportamiento extraño del pedal de embrague

Pueden ocurrir ciertas anomalías relacionadas con el pedal de embrague. Por ejemplo, que al pisar el pedal vibre, que el coche de tirones al acelerar, que el embrague esté más blando o más duro de lo normal. También puede no volver a su posición o quedarse hundido.
Las causas de las vibraciones del pedal de embrague pueden estar provocadas por muchas causas, tales como el desgaste del forro de fricción del disco de embrague, forro de fricción del embrague quemado o sucio por aceite, por deformaciones del plato de presión o del volante de inercia o por el desgaste del volante de inercia, por citar algunas.
También se puede producir pulso o temblor del pedal de embrague cuando una pieza giratoria vibra o se tambalea en el interior de la transmisión. Un volante de inercia deformado o una palanca de liberación mal ajustada o dañada pueden estar detrás de este problema.
Si cuesta mucho pisar el embrague, hay algún problema con el mecanismo de liberación o con el sistema hidráulico, según el vehículo. Deben comprobarse sus componentes, incluyendo el cable, varillaje, horquilla del embrague, plato de presión y cojinete de desembrague.
Igual que en el caso anterior, si el pedal de embrague se queda abajo, pueden haber problemas con el varillaje o con el cojinete de desembrague. Se deben comprobar los muelles del varillaje para ver que no hayan dado de si y ajustarlo si fuera necesario. También se comprueba el cojinete de liberación y, en caso de un vehículo con sistema hidráulico, se comprueba el nivel del fluido.
Puede ocurrir que el pedal de embrague se sienta suelto, que no ofrezca resistencia. En estos casos, debe comprobarse la horquilla, el cable, el cojinete de desembrague y el muelle de diafragma del plato de presión para asegurarse de que no tengan daños.
En caso de que nuestro vehículo lleve un mecanismo de desembrague hidráulico, se comprobará el nivel del depósito de fluido, se buscan fugas en las mangueras o tuberías, fugas en las juntas y se comprueban los sellos del cilindro maestro, los del pistón y de la válvula.
Por último, en sistemas de embrague hidráulicos puede suceder que el pedal de embrague se note “esponjoso”. En estos casos, su resistencia disminuye conforme se pisa el pedal. Si ocurre esto, debe comprobarse el sistema hidráulico para ver que no se hayan formado bolsas de aire.
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