¿Ha notado que su coche tira hacia un lado al frenar o que tarda más tiempo de lo habitual en detenerse? ¿Siente que tiene que presionar el pedal de freno con mucha más fuerza que antes? ¿Huele a quemado después del frenado? ¿El motor se revoluciona lentamente y su avance ha disminuido? Tal vez sea la hora de arreglar su pinza de freno.
¿Por qué se pega mi pinza de freno?
Las razones más comunes para una pinza que se pegue son:
- La exposición a la humedad y la suciedad. La suciedad acumulada impide que los pistones y los pernos guía se muevan libremente. El líquido provoca su corrosión, y lleva a que se queden pegados. Si las botas anti-polvo de goma que protegen las partes móviles de la influencia medioambiental tienen fisuras, aumentará el riesgo de que los pistones y los pernos se rompan. Es mucho más probable que ocurra el pegado si el líquido de frenos no se cambia a tiempo: es higroscópico, por lo que su contenido de agua aumenta con el tiempo; esto también lleva a la corrosión del pistón y del perno.
- Utilizar un lubricante de mala calidad o no utilizar ninguno en absoluto. Para los pernos guía se debe utilizar un lubricante especial resistente a las altas temperaturas. Un lubricante inapropiado tiende a secarse o a provocar fugas; también puede destruir las piezas de goma. El perno guía no se podrá mover libremente en un buje hinchado.
- Cambios bruscos de temperatura. Tienen un efecto perjudicial sobre las botas anti-polvo de goma. Aceleran la corrosión y pueden causar que el disco de freno se curve, que suele llevar a que los frenos se peguen.
- Elementos de la pinza de freno desgastados. La carcasa o la superficie del pistón hacen que se deforme y que se pegue. La acumulación de la suciedad en los puntos que han sufrido daños impide el libre desplazamiento de las partes móviles. La entrada de aire también provoca que la corrosión aparezca más rápido.
- Deformación. los pernos guía se pueden doblar debido a una incorrecta instalación, por un esfuerzo grande o por una conducción temeraria; esto también aumenta el riesgo de que se queden pegados.
- Conducir con las pastillas y los discos de freno desgastados. Para asegurar un buen agarre de los pares de fricción desgastados, el pistón puede alejarse demasiado de su asiento, lo que puede llevar a que se desvíe.
- El empleo incorrecto del líquido de frenos. Si un fluido es demasiado viscoso, el motor no vuelve a su posición inicial. Además, los pistones poliméricos o de compuesto pueden hincharse al entrar en contacto con un líquido incorrecto.
- La exposición a productos químicos agresivos. La gravilla de la carretera y el líquido de frenos provocan el desgaste prematuro de las botas anti-polvo de goma, por lo que es importante para mantener el hermetismo del sistema en todo momento.
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- Limpie y lubrique las piezas de los frenos y compruebe la condición de las botas anti-polvo de goma siempre que cambie las pastillas de freno o cada 6 meses. Reemplace los elementos de sellado despresurizados inmediatamente.
- Sustitución del líquido de frenos a tiempo. Es higroscópico, lo que quiere decir que su contenido de agua aumenta significativamente con el paso del tiempo. Esto afecta a la eficiencia del frenado y las causa que los pistones sufran corrosión en el interior.
- Utilice lubricantes apropiados específicos para el modelo de su coche. Hay pastas especiales anti-rozaduras que contienen cobre o molibdeno que se utilizan normalmente para la lubricación de las calzas de los frenos, los muelles de presión y la parte externa de las pastillas de freno. Se recomienda el uso de lubricantes cerámicos en los cojines de asiento. Los pernos guía deben ser lubricados utilizando aceites minerales destinados a ser empleados en temperaturas que van desde -45 °C a +180 °C. También hay lubricantes sintéticos universales apropiados para su uso en todos los elementos móviles del sistema de frenos. Al realizar el mantenimiento de la unidad, es importante aplicar una pequeña cantidad de lubricante en el polvo a las botas anti polvo para evitar que se esparza sobre el forro de fricción. Por otra parte, debe evitar que las pastas anti-rozaduras caigan sobre los elementos de sellado.
- Evite un estilo de conducción agresivo. Cuando se conduce por carreteras con muchas curvas en las montañas, no se pueden dejar de pisar los frenos frecuentemente. En condiciones normales, sin embargo, es aconsejable evitar arrancary frenar bruscamente. Esto ayudará a prevenir que el sistema de frenado se sobrecaliente.
- A la hora de sustituir las pastillas de freno, utilice una herramienta especial para presionar el pistón dentro del cilindro. Asegúrese de que la pieza no se tuerce.
- Para retrasar o prevenir el proceso de corrosión, aplique pintura especial resistente al calor a la pinza. Primero, la superficie debe pulirse con papel de lija y desengrasarse. La capa de pintura no sólo protegerá la pinza de freno del deterioro sino que también hará que su coche destaque.
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Conclusión: la pinza de freno es un tipo de pieza del coche que nunca debe ser descuidada.Su buena condición de funcionamiento garantiza la eficacia del sistema de frenos y, por lo tanto, su seguridad y la de los demás. Si ignoramos los primeros signos de fallo de la pinza del freno, ésto puede dar como resultado grietas en el disco e incluso que los frenos lleguen a fallar completamente. Siga estas recomendaciones para asegurarse de que su pinza de freno funciona mucho tiempo y sin problemas.
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