¿Problemas comunes con Toyota Corolla 2.0 D4D 116cv? Busco opiniones. TOYOTA Corolla Verso (AR10) (03.2004 - 04.2009)

El Toyota Corolla 2.0 D4D 116 CV del 2005 es un coche que en general goza de buena fama por su fiabilidad, pero como todo veterano tiene sus cosillas a vigilar. Entre los problemas más comunes con este motor diésel están los fallos en los inyectores que reducen potencia y pueden hacer que el coche se quede sin fuerza, así que esos sí que son un dolor de cabeza y no precisamente barato. También conviene revisar bien la válvula EGR, que al ensuciarse o atascarse puede causar pérdida de rendimiento y problemas de humo negro, algo típico en los motores D4D.

El turbo no se salva tampoco de sus malhumores en estos años, con casos donde no llega a funcionar bien o el coche no logra subir revoluciones como debería, obligando a meter bajadas para que el motor "despegue" un poco. Eso sí, es común que el problema no solo sea el turbo en sí, sino sensores relacionados o el caudalímetro dando lecturas locas que dejan la centralita un poco confundida.

En cuanto al embrague, aunque no es un problema masivo, los años y el uso pueden avisar con dificultades para engranar marchas o ruidos extraños, por lo que revisar su estado es importante si el año de fabricación es 2005 y el coche ha recorrido bastantes kilómetros.

En resumen, es un motor que necesita atención a los inyectores, turbo y sistema de recirculación de gases para seguir funcionando sin dramas, y el embrague merece una revisión preventiva si notas que no está fino. Pero ya sabes, con cariño y mantenimiento simple el Corolla D4D es un guerrero que aguanta bien el trote.

¡Suerte y que la fuerza del cuatro cilindros diésel te acompañe!

Tu elección, el Toyota Corolla 2.0 D4D (2005), es conocido por su fiabilidad, pero presenta las típicas debilidades de los motores diésel:
1. Inyectores (Denso): Este es el mayor problema. Son extremadamente sensibles al diésel de baja calidad. Presta atención a ralentí inestable, humo denso o dificultad para arrancar con el motor caliente.
2. Bomba de inyección de combustible: La bomba es robusta, pero las válvulas de control de suministro (SCV) pueden fallar, causando un ralentí fluctuante.
3. Turbocompresor y embrague: Generalmente fiables. Revisa el turbo para detectar silbidos y consumo de aceite, y el embrague para detectar deslizamientos (también revisa si hay golpeteos del volante bimasa).
4. EGR: La válvula EGR a menudo se obstruye con depósitos de carbonilla, lo que provoca pérdida de potencia.

El coche es duradero, pero requiere un diagnóstico computarizado obligatorio del sistema de combustible antes de comprarlo. Utiliza siempre combustible de calidad.