7 pasos sencillos
- Limpia con regularidad el interior de tu coche.
Utiliza una aspiradora, agentes especiales y, si fuera necesario, toallitas y cepillos. Limpia todas las superficies del interior del coche. Comprueba las instrucciones de uso antes de utilizar cualquier producto. Una vez finalizada la limpieza, ventila el interior y deja que se seque. - Elimina la basura del coche.
Asegúrate de que no haya basura debajo de los asientos, las alfombrillas, el asiento infantil, la guantera o en el maletero. - Limpia el cenicero con regularidad.
Mantén el cenicero limpio en caso de que fumes dentro del coche: retira las colillas y las cenizas y enjuaga el cenicero a fondo. No fumar dentro del coche sería sin duda la mejor solución. - Limpia de manera inmediata cualquier líquido derramado.
Utiliza paños, toallitas, esponjas o toallas de papel absorbentes. Limpia con suavidad – no frotes. Aplica agentes especiales en caso necesario. Asegúrate de ventilar el interior del coche después de que hayas limpiado dicho derrame. - Sustituye el filtro de habitáculo a tiempo.
La vida útil media de un filtro de habitáculo es de entre 10.000-15.000 km. - Limpia el sistema de aire acondicionado.
Puedes intentar limpiar el sistema de aire acondicionado por tí mismo utilizando productos especiales. Pero te recomendamos que te pongas en contacto con especialistas y para un servicio de tratamiento antibacteriano de aire acondicionado. - Utiliza ambientadores.
Elige el tipo y fragancia de ambientador que más te guste. Utiliza sólo los ambientadores después de que la fuente del mal olor haya sido eliminada y no intentes taparla.
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