La función del sistema de alumbrado de un vehículo es, principalmente, ver y ser visto cuando vamos al volante. Por eso, es fundamental fijarse en la clase de alumbrado con el que va equipado el vehículo que nos interesa. Pero, ¿qué es mejor, la luz LED o xenón? ¿Faros láser o halógenos?
Desde la introducción de los faros en los coches a principios del siglo XXI, han evolucionado mucho, desarrollándose tecnologías para mejorar la visibilidad en condiciones desfavorables. No olvidemos que este es uno de los elementos fundamentales de la seguridad activa de un vehículo.
Puesto que hoy en día existen cantidad de diferentes tipos de luces para nuestro automóvil y que cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, a continuación le explicamos las diferencias para que pueda elegir los que más le gusten sin equivocarse. ¡No se lo pierda!
Xenón vs led vs halógeno
Los faros halógenos son la opción más usada en lo que se refiere a la tecnología de iluminación del vehículo. Su evolución y desarrollo han permitido que hoy día sean seguros y populares. Esta popularidad también se debe a su bajo coste y a la sencillez de su instalación.
Las luces de xenón fueron ampliamente utilizadas en la industria automovilística durante los años 90, pero hoy en día son una alternativa solo para ciertos modelos de vehículos. Si bien el xenón produce una luz blanca e intensa y tiene un mayor rendimiento lumínico, también cuenta con un complejo sistema de funcionamiento que eleva los costes en caso de reparaciones o sustituciones.
Actualmente, los faros LED están ganando terreno y, gracias a su reducido tamaño, una vida útil larga y su bajo consumo, se están convirtiendo en el sistema de iluminación favorito de los fabricantes. Sin embargo, el principal problema de la óptica LED es que irradia calor, factor que puede afectar a la electrónica del coche.
La iluminación LED láser, aún poco habitual, se caracteriza por iluminar el doble que el LED, por emitir una luz similar a la luz del día y por tener un coste muy elevado.
A continuación, puede ver una tabla con las características fundamentales de cada sistema de iluminación:
| Halógeno | Xenón | LED | LED láser | |
| Precio | Bajo | Alto | Bajo | Alto |
| Fácil instalación | Sí | No | No | No |
| Consumo | Alto | Medio | Bajo | Bajo |
| Haz de luz | 60 m | 90 m | 300 m | 600 m |
| Adaptables a las circunstancias de la vía | No | No | Sí | Sí |
| Intensidad | Baja | Alta | Alta | Alta |
| Vida útil | Corta | Larga | Muy larga | Larga |
Faros halógenos
Faros halógenos vs LED, ¿cuál es la mejor opción? Antes de nada, comenzamos explicándole que las bombillas halógenas comenzaron a introducirse en los sistemas de iluminación de los vehículos en los años 60.
En la actualidad sigue siendo el método más utilizado, aunque cada vez más fabricantes apuestan por las nuevas tecnologías. No obstante, entre todas las opciones del mercado, las luces halogenas son la opción más económica y sencilla.
Si comparamos las luces halógenas con las bombillas incandescentes, estos faros tienen un mejor rendimiento. Están compuestas por un filamento de tungsteno con un gas inerte y una mínima cantidad de halógeno.
Este sistema genera luz cuando dicho filamento alcanza temperaturas muy elevadas, de unos 2500 grados, y se pone al rojo vivo. El faro se sitúa además sobre una parábola reflectante que aporta forma al haz de luz, potenciando así su luminosidad. Existen varios tipos, pero las más utilizadas son las H1, H4 y H7. Además, si sabe hacerlo, podrá sustituir usted mismo la bombilla de forma manual.
Por último, aunque presentan ciertas ventajas con respecto a otros sistemas de iluminación, su vida útil es muy limitada, alrededor de las 500 horas de uso. También presentan otras carencias con respecto a la intensidad de la luz y el alcance de esta, que es de unos 60 metros. Comparadas con las últimas tecnologías, su rendimiento es menor, pues gran parte de la energía se pierde en forma de calor.
| Ventajas | Inconvenientes |
| Ecónomicos | Vida útil limitada |
| Fáciles de sustituir | Menor intensidad de la luz |
| Sistema sencillo | Haz de luz corto |
| Mayor disponibilidad en el mercado | Pérdida de energía en forma de calor |
Faros LED
El funcionamiento de los faros LED (Light-emitting diode) está basado en la unión de múltiples diodos de luz pequeños que aportan una gran luminosidad. La principal ventaja de las luces LED es su encendido inmediato: pueden emitir la máxima iluminación posible en fracciones de segundo.
Otra de sus ventajas es que pesan muy poco. De esta manera, los fabricantes pueden elaborar diseños que eran impensables hasta la fecha. Esto ha supuesto un aporte importante, a nivel estético, a los automóviles actuales.
Así pues, LED vs xenón, ¿cuál es mejor? Si comparamos las luces LED con las tecnologías anteriores, podemos destacar su bajo consumo energético, lo que alarga su vida útil hasta las 10 000 horas. A diferencia de los faros de xenón, la luz LED es mucho más dispersa, lo que evita deslumbramientos.
No obstante, una de sus desventajas es que nos hace perder algo de visión en el horizonte. Esto lo compensa su alcance, que es de unos 300 metros, una distancia suficiente para ofrecer al conductor más tiempo de reacción.
Otro inconveniente es la elevada temperatura a la que funcionan, algo que dificulta su instalación y nos obligará a utilizar componentes que disipen el calor. Además, su precio es mucho más elevado que el de los faros halógenos del coche, pero no tanto si lo comparamos con los faros de xenón. Por último, como en los casos anteriores, la sustitución de las luces LED debe hacerse en un taller especializado.
| Ventajas | Inconvenientes |
| Encendido inmediato | Temperatura elevada |
| Haz largo | Coste elevado |
| Bajo consumo | Sustitución por profesionales |
| Larguísima vida útil | Pérdida de visión en el horizonte |
Faros de xenón
Al aplicar una descarga eléctrica al gas xenón contenido en una lampara especial, se produce la luz de xenón. La descarga excita los átomos del xenón que, al volver a su estado fundamental, emiten luz. Dichas lámparas, también conocidas como luces de descarga de alta densidad o faros de xenón, se emplean en los sistemas de iluminación de vehículos, especialmente en los faros delanteros.
Las luces de xenón se caracterizan por emitir una luz blanca y brillante, por tener una vida útil más larga que los faros halógenos y un mayor rendimiento lumínico. Sin embargo, requieren de sistemas específicos de encendido y control lo que eleva su coste y las convierten en una de las ópticas más caras de la industria automotriz. Asimismo, a pesar de su durabilidad, pueden experimentar fallos, ya que es posible que después de las 2000 horas de uso, comiencen a perder intensidad, parpadear o requerir un mayor tiempo de encendido.
Faros LED láser coche
Para terminar, le mostramos la iluminación láser, que es la última tecnología aplicada en los sistemas de iluminación de un vehículo. El primer vehículo a nivel mundial que instaló este tipo de faros en 2014 fue el BMW i8. En la actualidad, se utiliza en todos los modelos de la firma BMW.
Este sistema está compuesto por varios diodos láser que golpean en un reflector de fósforo amarillo y se transforman en luz blanca, mucho más natural que las anteriores. Según la DGT, esta tecnología brilla hasta cuatro veces más que las luces LED del coche, empleando componentes ópticos más pequeños.
Además, los faros láser coche tienen un alcance de 600 metros y su consumo es bastante inferior, lo que alarga su vida útil. Otra ventaja es que su uso es muy sencillo, pues se ajustan de forma automática según las condiciones medioambientales y el tráfico, para circular de forma segura.
¿Su principal inconveniente? Actualmente el precio que tienen es demasiado alto, de hecho solo se puede disfrutar de estos faros en modelos de gama muy alta.
→ ¿Nota que sus faros delanteros han perdido fuerza? Lea aquí sobre cómo restablecer la intensidad de los faros delanteros.
¿Qué es mejor: faros de xenón o halógenos?
Para conocer la principal diferencia entre xenón y halógeno, vamos a explicar cómo funcionan los faros de xenón. Este tipo de iluminación apareció en los años 90 como una alternativa a los faros halógenos. Y el primer vehículo en incorporar luces de xenón fue el BMW modelo Serie 7.
Estos faros son conocidos de forma oficial como faros de descarga de alta intensidad, y las bombillas tienen un funcionamiento similar al de los tubos fluorescentes de los hogares. De hecho, están compuestos por un tubo de gas que se calienta a través de dos electrodos. Cuando estos electrodos se encienden, se crea un arco voltaico a través del gas y se genera la luz.
La principal diferencia entre xenón y halógeno es que los primeros generan hasta tres veces más luz que los segundos. Además, consumen bastante menos energía, de manera que se puede alargar su vida útil hasta cuatro veces más que los halógenos.
Otra ventaja de estos faros es que, como trabajan con menos temperatura, su haz de luz es más blanco, algo que mejora la visión nocturna y reduce la fatiga visual. Por otro lado, su alcance también es superior, alcanzando los 90 metros y permitiendo con ello reaccionar mejor.
No obstante, un vehículo equipado con faros de xenón solo llevará este sistema para las luces cortas, en las largas empleará un sistema más convencional. Pero, pueden elegirse los faros bixenón, que utilizan esta tecnología para ambas luces.
El principal inconveniente del sistema es su mayor coste de instalación, reparación y mantenimiento. Además, por su complejidad solo se pueden cambiar en talleres especializados. Se pueden cambiar los faros halógenos del coche por unos de xenón, pero debe tramitarse su homologación en la ITV.
¿Qué sistema de iluminación elijo?
Escoger entre los económicos faros halógenos, el bajo consumo de los faros LED, la claridad de los faros de xenón y el mayor alcance de los LED láser puede parecer un tema nimio pero no lo es. Del mismo modo, aunque se piense que lo último que sale al mercado es lo mejor, es posible que no sea lo que más nos conviene. Tras leer esta comparativa, los profesionales de AUTODOC recomiendan analizar sus propias necesidades y su estilo de conducción antes de decidirse por unos faros u otros.
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