- Oxidación de los fluidos.
El líquido de transmisión oxidado ya no es capaz de proporcionar el nivel de lubricación apropiado ni las propiedades antidesgaste, antiadherentes y antioxidantes, y, por lo tanto, no podrá proteger las piezas de tu coche del desgaste. - Depósitos de carbonilla en las piezas del coche.
Las elevadas temperaturas dan lugar a la formación de depósitos de carbonilla, los cuales deterioran el funcionamiento de las válvulas y solenoides y obstruyen los canales de fluidos. - Pérdida de fluido.
Los elementos de goma de la transmisión se endurecen a elevadas temperaturas. Las conexiones internas no herméticas pueden provocar un fallo de la bomba, una disminución de la presión del fluido en el sistema, además de un funcionamiento defectuoso de toda la unidad. - Cuerpo de válvula deformado.
Un cuerpo de válvula deformado no puede ser reparado y debe ser sustituido.

Cómo prevenir el sobrecalentamiento de tu transmisión automática
Consejos y trucos para coche 22.06.2020