Conducir en estado de ebriedad: el importe de la multa y qué hacer

Conducir en estado de ebriedad: el importe de la multa y qué hacer

La mayoría de los conductores son conscientes de cómo puede llegar a afectar la ingesta de alcohol a la hora de conducir. Sin embargo, todavía son muchos los inconscientes que se atreven a conducir bajo los efectos del alcohol.

Por supuesto, la DGT (Dirección General de Tráfico) recomienda no ponerse al volante si hemos bebido, a pesar de que existe un mínimo margen en España para ello. De hecho, hasta la más mínima consumición puede mermar nuestro sistema nervioso e impedir que conduzcamos con seguridad.

Además, las penas por conducir bajo los efectos del alcohol son cada vez más duras, pues esta sustancia acaba modificando nuestro comportamiento, deteriorando las funciones psicomotoras y reduciendo la percepción sensorial. ¡Descubre todos los detalles a continuación!

¿Cómo afecta el alcohol a la conducción?

Como decíamos, para llevar a cabo una conducción segura debemos tener en cuenta unos factores, los cuales se ven afectados por la ingesta de alcohol de la siguiente manera:

  • Comportamiento: suele generar una impresión de sobrevaloración hacia nuestra persona, lo que nos lleva a experimentar una sensación subjetiva de un aumento de seguridad hacia nosotros mismos.
  • Visión: incluso con unos niveles muy bajos de alcohol en sangre, puede verse reducido nuestro campo de visión, agravar la acomodación así como la capacidad para seguir con la vista cualquier objeto, perturbar la visión periférica, etc.
  • Capacidad psicomotora (vista y oído): genera un descenso en el nivel de activación, lo que quiere decir que aumentará el tiempo de reacción. También trastorna el procesamiento de la información, empeora la coordinación motora y reduce nuestra atención.

Esto quiere decir que, al tomar bebidas alcohólicas y superar los límites establecidos por ley, los riesgos de sufrir un percance se multiplican por cinco. Así pues, si superamos el límite legal permitido se multiplicarán por más de 100.

A continuación, te detallamos los efectos según el nivel de alcoholemia para que seas consciente de los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol:

  • Tasa 0,15 g/l: disminuyen los reflejos, aumentando así los riesgos de sufrir un accidente.
  • Tasa 0,20 g/l: errores al percibir distancias.
  • Tasa 0,30 g/l: posibilidad de excitarnos emocionalmente, relajación, reducción de la capacidad de juicio y de la agudeza mental, pérdida de concentración ocular y engañosa sensación de bienestar.
  • Tasa 0,50 g/l: alteración de las condiciones psicomotrices, continúa la falsa sensación de felicidad y aumenta exponencialmente el tiempo de reacción.
  • Tasa 0,80 g/l: pérdida del control de los movimientos y alteración de los reflejos.
  • Tasa 1,2 g/l: descoordinación tanto en la visión como en los movimientos ante la presencia de algún riesgo.
  • Tasa 1,5 g/l: incapacidad mental considerable, actitud titubeante, gran pérdida de la capacidad para realizar movimientos psicomotrices, confusión mental y visión doble.

Tasa máxima de alcohol para un conductor y multas por incumplirla

Sabiendo de qué forma afectará el alcohol a nuestra conducción, seguro que te estás haciendo la siguiente pregunta: ¿cuál es la tasa máxima de alcohol en sangre permitida para los conductores con carácter general?

Pues bien, estos son los límites legales que no debemos superar bajo ningún concepto, no solo por nuestro propio bien, si no también por la seguridad de todos los demás usuarios de la vía pública:

  • Conductores noveles y profesionales: 0,3 g/l en sangre y 0,15 mg/l en aire espirado.
  • Resto de conductores y ciclistas: 0,5 g/l en sangre y 0,25 mg/l en aire espirado.
  • Límite penal: si superas 0,60 mg/l en aire espirado podrías enfrentarte a una pena de cárcel.

Esto responde a otra de las preguntas habituales que todo conductor se ha hecho alguna vez en su vida: ¿puedo ser condenado a penas de prisión por conducir bajo los efectos del alcohol? Sí, puedes. Detallamos el margen establecido por ley y las sanciones por conducir después de ingerir alcohol:

  • Entre 0,26 mg/l y 0,50 mg/l: multa de 500 euros y 4 puntos menos.
  • Entre 0,50 mg/l y 0,60 mg/l: sanción económica de 1.000 euros y pérdida de 6 puntos en el carnet de conducir.
  • Más de 0,60 mg/l en aire espirado o de 1,2 g/l en sangre: está considerado un delito según el artículo 379 del código penal, por lo que el conductor podría enfrentarse a una condena de entre 3 y 6 meses de prisión, de 6 a 12 meses de sanciones económicas o de trabajos comunitarios y la pérdida del permiso de conducir por un periodo de entre 1 y 4 años.
  • ¿Y si me niego a realizar las pruebas de alcoholemia? Conforme al artículo 383 del Código Penal, esto está considerado como un delito y se puede penalizar con la cárcel (entre 6 meses y un año) y la retirada del carnet de conducir entre 1 y 4 años.

¿Quién está obligado a realizar el test de alcoholemia y cómo se llevará a cabo?

¿Quién está obligado a realizar el test de alcoholemia y cómo se llevará a cabo?

La sanción por conducir ebrio está considerada como grave o muy grave, pues dependerá de las tasas de alcohol que determinen las pruebas. Así pues, estos son los casos en que estamos obligados a pasar un test de alcoholemia:

  • Aquellos conductores que conduzcan un vehículo con claros síntomas de hacerlo bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
  • Todo usuario de la vía pública o conductores implicados de forma directa como posibles responsables en un accidente.
  • Los conductores que hayan sido denunciados por cometer alguna infracción incluida en el Código de Circulación.
  • Todos aquellos conductores que sean requeridos por las autoridades a tal efecto en un control preventivo de alcoholemia.

En caso de que un conductor bajo los efectos del alcohol obtenga unos valores iguales o superiores a los que hemos comentado en el apartado anterior, establecidos como el umbral mínimo para proceder a la sanción, dicha persona será sometida a una segunda prueba exactamente igual a la primera.

Entre la realización de ambas pruebas deben transcurrir, como mínimo, 10 minutos, y para contrastar, también se pueden llevar a cabo análisis de orina, sangre u otros que crea oportunos el personal médico del centro al que haya sido trasladado el infractor.

Por último, si todas las pruebas resultan positivas el agente procederá a inmovilizar el vehículo para impedir su circulación si no hubiese ninguna otra persona habilitada para la conducción. Esto también sucederá si hay una negativa a realizar las pruebas de alcoholemia.

El conductor podrá recuperar el coche cuando descienda su nivel de alcohol en sangre y el infractor deje de ser un riesgo al volante. ¿Cuánto tarda en llegar una multa? Pueden pasar de una a tres semanas hasta que la sanción llegue. Por supuesto, desde aquí recomendamos que nunca conduzcas bebido ni bajo la influencia de otras sustancias. Como has podido ver, esto afecta profundamente a tu percepción y desempeño al volante. ¡No te la juegues! Tu vida y la de los demás puede depender de ello.

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