
6 sencillos pasos
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Arranque el motor y déjelo al ralentí durante un tiempo.
Son suficientes unos pocos minutos para que el aceite pueda lubricar las piezas del turbocompresor, evitando así la fricción en seco y sus consecuencias.
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Deje el motor al ralentí durante un mínimo de 30 segundos antes de proceder a apagarlo.
Esto también contribuirá a evitar la falta de aceite.
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No fuerce el motor en exceso durante los primeros cinco minutos de conducción cuando haga un frío helado en el exterior.
Dele tiempo al aceite para que pueda calentarse adecuadamente.
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Reemplace los consumibles de forma oportuna.
Si el filtro de aceite y el propio aceite se encuentran sucios, esto aumentará el desgaste abrasivo de los pares de fricción del turbocompresor. Si la sustitución del filtro de aire no se realiza a tiempo, el turbocompresor podría sufrir sobrecalentamiento.
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Asegúrese de que el sistema de lubricación está funcionando correctamente.
Una avería en la bomba de aceite, una válvula del filtro de aceite defectuosa o tuberías de aceite que presenten fugas suelen dar lugar a un desgaste prematuro del turbocompresor.
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No utilice sellador para realizar la conexión de las bridas de los tubos de aceite.
Los trozos de sellador pueden romperse y obstruir las tuberías, aumentando así el desgaste del motor debido a la falta de aceite en el sistema.
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Un sonriente técnico con amplia experiencia protagonizando vídeos tutoriales de AUTODOC; No ha sido visto nunca sin sus gafas; conduce su BMW X5 E53; su sueño es recibir un Gold Play Button (oro) por haber obtenido 1 millón de suscriptores en YouTube.
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