Aparcar es una de las maniobras más complicadas para muchos conductores. Si tenemos que aparcar en cuesta, ¡la cosa se complica todavía más! Por eso, siempre conviene conocer algunos trucos para hacerlo de manera segura sin riesgo de que nuestro vehículo se vaya rodando cuesta abajo.
¿Cómo aparcar en una cuesta?
Vamos a darte unos cuantos consejos para evitar sorpresas desagradables. En primer lugar, elegiremos un sitio para aparcar, indicando siempre la maniobra con los intermitentes. Cuando hayamos aparcado tomaremos un par de precauciones para evitar accidentes.
Cuesta arriba. Si aparcamos con el morro del coche mirando cuesta arriba tendremos que dejar engranada la primera marcha, aparte de asegurarnos de accionar el freno de mano.
Cuesta abajo. En este caso, es recomendable es dejar metida la marcha atrás, también acompañada del freno de mano. En ambos casos, es recomendable dejar las ruedas giradas mirando a la acera. De esta manera, si el freno falla, el coche no rodará cuesta abajo, lo hará hacia la acera.
¿Cómo aparcar en cuesta un coche automático?
En este caso, después de aparcar, accionaremos el freno lo mantendremos, cambiamos a la posición N (neutro) y entonces soltamos el freno. A continuación, accionamos el freno de mano y, por último, cambiamos a posición P (parking).
Siguiendo este orden para coches automáticos, nos aseguramos de que el proceso se realiza adecuadamente y no corremos el riesgo de dejar el coche con el motor encendido, causando que una pieza del eje motor soporte todo el peso del vehículo con los riesgos que ello conlleva.
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