Sonda Lambda: qué es y cómo funciona

Sonda Lambda: qué es y cómo funciona

La sonda lambda, también llamada sensor de oxígeno, mide la concentración de oxígeno que contienen los gases de escape. Esta medición sirve para que el motor adapte la mezcla de aire-combustible y que la combustión se realice correctamente, reduciendo el consumo y las emisiones contaminantes.

En el año 1988 apareció la normativa EURO, endureciéndose en el año 1992 y obligando a reducir el nivel de emisiones adoptando medidas específicas, como eliminar el plomo de la gasolina, utilizar catalizadores, instalar sensores y sondas para analizar los gases de escape o reducir la cilindrada.

Actualmente, los vehículos modernos van equipados con dos de estos sensores: uno de ellos va instalado entre el colector de escape y el convertidor catalítico, mientras que el otro va instalado justo detrás del convertidor catalítico. Vamos a aprender más sobre este componente que hace a nuestro coche más respetuoso con el medio ambiente.

¿Qué es sonda Lambda?

Qué es sonda Lambda

La sonda lambda o sensor de oxígeno es un pequeño dispositivo sonda inventado por Volvo en la década de los años 70. Realiza la función de analizar el contenido de oxígeno y de ajustar la cantidad de combustible enviada a los cilindros del motor, optimizando así la mezcla de aire-combustible.

Esto tiene un impacto positivo sobre la reducción de emisiones nocivas a la atmósfera, garantizando el correcto funcionamiento del convertidor catalítico. Por lo tanto, la sonda Lambda nos garantiza que nuestro vehículo cumpla con las regulaciones europeas sobre contaminación y emisiones de CO2.

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Además de reducir las emisiones de gases contaminantes, el uso de una buena sonda Lambda puede ayudar a mejorar el rendimiento del vehículo y también a reducir el consumo de combustible del mismo hasta un 15%.

¿Cómo funciona la sonda Lambda?

Cómo funciona la sonda Lambda

El sensor de oxígeno, o sonda Lambda, va instalado antes del convertidor catalítico. Este componente mide la cantidad de oxígeno y combustible en los hidrocarburos que no se han quemado después del proceso de combustión.

Con estos datos, la unidad de control del motor, encargada de controlar algunas funciones del motor, actúa liberando la cantidad de aire que se necesita. De esta manera, se posibilita la reducción de las emisiones contaminantes.

Una sonda Lambda tiene dos partes: un sensor que se calienta y un sensor de calefacción. Su rango de funcionamiento es de entre los 300°C y los 600°C. El sensor de calefacción ayuda al sensor de oxígeno a alcanzar su temperatura de funcionamiento.

Cuando el motor alcanza la temperatura adecuada, entonces el sensor empieza a medir el oxígeno no quemado que contienen los gases de escape. Se envían los datos a la unidad de control, que calcula la proporción de aire y combustible y realiza la optimización pertinente.

A partir de esta información, se libera la cantidad de combustible necesaria para que el motor realice la combustión con una determinada relación estequiométrica, garantizando así la combustión completa de la mezcla.

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Averías típicas de la sonda lambda

Normalmente, la vida útil de una sonda lambda es de unos 150.00 kilómetros, siempre y cuando el motor se encuentre en buenas condiciones de funcionamiento. Si se ensucia por los restos de una combustión deficiente o por rastros de aceite en el tubo de escape, puede averiarse antes.

 Existen ciertos indicios que pueden estar avisándonos de que el sensor de oxígeno del coche ha sufrido una avería: 
  • ! Se enciende la luz de “Check Engine” en el panel de control del salpicadero.
Check Engine
  • ! El coche da tirones durante el arranque.
  • ! Mayor consumo de combustible de lo que es habitual.
  • ! Menor potencia del motor durante la aceleración.
  • ! Aumento de la emisión de gases contaminantes.

Si ha notado alguno de los síntomas mencionados, es recomendable llevar el coche a un taller mecánico para que realicen un diagnóstico y confirmar si el problema viene de la sonda lambda. Si sospechamos de un fallo de funcionamiento, es recomendable actuar de inmediato para evitar averías mayores.

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Cuando el sensor lambda se ha averiado, no enviará datos a la unidad de control del motor o lo hará de manera deficiente. La unidad de control utilizará la información incompleta o errónea y esto provocará los problemas de mayor consumo y empobrecimiento del rendimiento del motor mencionados.

Ya que estos sensores no se pueden reparar, aunque sí limpiar, hay que sustituirlos inmediatamente. De no hacerlo en su debido momento, esto puede llegar a provocar la obstrucción del convertidor catalítico, que deberá ser sustituido.

La reparación del sensor de oxígeno no es complicada, pero su ubicación no siempre es fácilmente accesible: en ocasiones solo se puede acceder a través del compartimento del motor o desde los bajos del vehículo. Además, debe desmontarse en caliente, por lo que el mecánico deberá tomar medidas de precaución oportunas para evitar quemaduras.

¿Cómo limpiar una sonda lambda?

Cómo limpiar una sonda lambda

Para limpiar la sonda lambda, primero hay que alzar el vehículo con un gato para desmontarla. Según el modelo, puede llevar al menos dos sensores de oxígeno. Una vez localizados, proceda a desmontar el sensor, lubrique con WD-40 para aflojarlo y poder sacarlo de su punto de montaje.

Prepare un cubo u otro tipo de depósito con gasolina y colóquelo cerca del vehículo. Cuando haya desmontado las sondas lambda, entonces quite su carcasa con una llave adecuada. Después, sumérjalos en el cubo con la gasolina. Tape el cubo y deje los sensores en él toda la noche (al menos 8 horas).

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Pasado este tiempo, saque los sensores de la gasolina, deberían verse mucho más limpios.

A continuación, séquelos completamente con un paño limpio de algodón. Recuerde trabajar en un sitio alejado de chispas o llamas, también debe utilizar guantes para no tocar directamente la gasolina.

Por último, proceda a instalar los sensores en su sitio y apriételos para sujetarlos de manera segura en su lugar. Baje el vehículo con cuidado y arranque el vehículo. La luz de “Check Engine” debe haberse apagado y las sonda lambda fallas deben haberse solucionado.

Conclusión

Es cierto que los conductores pueden no darse cuenta del nivel de emisiones contaminantes de su vehículo hasta que tienen que pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Este suele ser el momento en el que se dan cuenta de que su sonda lambda está averiada.

Ahora que conoce la importancia de la sonda lambda para el correcto funcionamiento de su vehículo y las consecuencias de que se estropee, para evitar complicaciones, conviene estar al tanto y respetar sus intervalos de sustitución. Así no tendrá que lamentar otras averías relacionadas más importantes.

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