Bujías del coche: tipos de bujías, características, funciones y problemas

Bujías: funciones, síntomas, tipos

Las bujías coche son las piezas encargadas de producir las chispa que inicia la combustión del combustible dentro de la cámara de combustión. Por ello, de su buen estado depende directamente el buen funcionamiento del vehículo.

A la hora de cambiarlas, el abanico es muy amplio, podemos encontrar en el mercado una gran variedad de bujías. Y aunque le parezcan todas iguales, aportan distintos valores añadidos según la motorización del automóvil.

También existen muchas clasificaciones de las bujías disponibles, lo que viene a dificultar más su elección. Preste atención al siguiente artículo y descubra la importancia de este componente y de mantener las bujías en perfecto estado de funcionamiento.

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Tipos de bujías y su funcionamiento

Tipos de bujías y su funcionamiento
 Según su tipología, las bujías tipos más comunes pueden clasificarse de la siguiente manera: 
  1. Tipo de combustible:
    Las bujías coche gasolina son las más habituales pero, lo cierto, es que también es posible encontrarlas en otras motorizaciones.
    • Bujías para gas. Tienen el voltaje de ignición más elevado, pues la mezcla para la combustión en estos vehículos se realiza entre gas y aire, resultando más estable que la combinación de gasolina. Además, suelen estar recubiertas de níquel para resistir mejor la temperatura, evitando así que la corrosión desgaste los electrodos demasiado rápido.
    • Bujías diésel. Estas bujías son incandescentes o bujías de precalentamiento y consisten en unos tubos de calor situados en la culata que apuntan hacia la cámara de combustión, calentando de este modo el aire. Se pueden llegar a superar los 1000 ºC para que esta auto-ignición, muy característica de los motores diésel sin inyección directa, se produzca fácilmente incluso en frío.
  2. Su resistencia:
    Siguiendo con las bujías de precalentamiento propias de los motores diésel de inyección separada, podemos encontrarlas de dos tipos:
    • Bujías de resistencia desnuda. Son las más tradicionales y suelen llevar la resistencia eléctrica descubierta, muy similar a las bujías coche gasolina.
    • Bujías de resistencia protegida. Estas son más modernas y van recubiertas con una funda muy resistente y rellena de óxido de magnesio, lo que permitirá que el calor se transmita mejor.
    • Bujías de resistencia antiparasitaria. Dentro de las bujías protegidas, algunas cuentan también con este tipo de resistencia, encargada de eliminar las interferencias que puedan producirse en el sistema eléctrico.
  3. La clase de material:
    Según el material con el que estén fabricadas las bujías, mejores rendimientos obtendremos. Estas son las más frecuentes:
    • Bujías de cobre. Son las más convencionales y las que conducen mejor la electricidad, garantizando así más flujo de corriente hacia el cilindro.
    • Bujías de platino o iridio. También denominadas bujías iridium, son más caras pero resisten sobre 100.000 kilómetros, es decir, hasta cuatro veces más que unas tradicionales. Esto es debido a que tienen una menor conductividad, pues disponen de un electrodo central que mejora el salto de corriente.
  4. El cuello de rosca:
    Las bujías van enroscadas a la culata y deben quedar a ras de su superficie interior. En caso contrario, acumularía carbonilla, dificultando su sustitución posterior. Según las dimensiones de la cabeza motor, pueden ser:
    • Bujías de asiento cónico. Además de ser más delgadas, no requieren de ninguna junta, ya que ajustan de manera hermética cuando son atornillados a la culata.
    • Bujías de alcance corto. La rosca es más corta y solo se utilizan en los motores de cabeza delgada, pues los electrodos quedan demasiado altos y los filamentos no llegan bien a la cámara combustión.
    • Bujías de largo alcance. Estas son de rosca larga y las más apropiadas para cabezas de motor gruesas, de lo contrario no entrarían en la cámara de combustión y tocarían los pistones.
  5. El tamaño del arco de corriente:
    Esto es en el tramo que recorre la chispa, que va del electrodo central al lateral. En caso de que la erosión del electrodo aumente esta distancia, el voltaje sería insuficiente para producir la chispa. En bujías con 3 electrodos, saltará al más cercano. Por lo tanto, si quiere obtener un mayor arco de corriente, debe utilizar bujías de mayor abertura.
  6. El número de electrodos:
    Se encuentran bujías con uno o hasta cuatro electrodos. Las bujías 3 electrodos, y en general las multielectrodo, ofrecen un encendido más equilibrado, pues se van alternando y la energía fluye siempre por el camino de menor resistencia. Su vida útil aumenta de forma directamente proporcional al número de electrodos.
  7. Con o sin puente:
    Este componente externo puede acoplarse o no a la bujía, sobre todo a las frías, y consiste en un deflector que desvía el aire más frío que penetra desde el cárter para evitar que se apaguen o enfríen los filamentos de la bujía. Además, también optimiza el funcionamiento a ralentí del motor.
  8. Bujías de sistema láser:
    Desde noviembre del año 2014, se comenzaron a sustituir las bujías por unos pequeños láseres, asegurando un 27% más de eficacia en el consumo. La razón es que, de este modo, pueden dirigir la chispa al centro exacto de la mezcla entre carburante y aire, mejorando así la combustión.

Importancia de mantener en buen estado las bujías

Circular con las bujías en mal estado podría resultar muy perjudicial para el vehículo, pues son los conductores que reciben el voltaje directamente de la bobina de encendido para insertarlo en el cilindro. De hecho, su principal finalidad es generar la chispa capaz de prender la mezcla de aire y combustible en su interior.

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De este modo, cuando el encendido es normal, la corriente baja por el electrodo central describiendo un arco hasta el electrodo lateral, para poder prender la mezcla de forma adecuada. Pero, si las bujías están negras o sucias, esto no ocurrirá así y se pueden producir problemas a corto y largo plazo.

Como cualquier elemento de nuestro coche, las bujías de competición, así como las bujías que ahorran energía, tienen una vida útil limitada. No obstante, a veces es el propio desgaste lo que acaba estropeándolas, por ello es fundamental un mantenimiento adecuado de estas piezas y sustituirlas siempre que sea preciso.

Importancia de mantener en buen estado las bujías

Las bujías sucias se erosionan más rápidamente al usarlas y los electrodos se van separando, por eso las aberturas deben revisarse frecuentemente. Para calibrarlas de nuevo, solo habrá que doblar el electrodo lateral de la bujía acercándolo un poco para que el arco de corriente llegue a su extremo.

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Por último, las impurezas también afectan a las bujías de manera considerable, pues su principal enemigo es la suciedad. Las bujías con aceite, depósitos de carbonilla o grasa acumulada pueden ocasionar múltiples fallos, así que no mantenga las bujías en mal estado por su bien y el de su vehículo.

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