El sistema de lubricación del automóvil sirve para proteger las piezas en movimiento que rozan entre si. El rozamiento entre las pieza produce calor, pérdida de potencia y, lógicamente, desgaste, esto es algo inevitable. Por esta razón, es necesario un sistema que lubrique estas piezas.
La lubricación permite minimizar los efectos del rozamiento, unas piezas móviles bien lubricadas se desgastan y se calienta menos, además de reducirse también la pérdida de potencia. Por lo tanto, no creemos que sea necesario hacer hincapié en lo necesario que es procurar una lubricación efectiva.
Cuando la lubricación entre las piezas es insuficiente, empiezan a producirse problemas, como ruidos, desgaste acelerado, atascos y demás fallos de funcionamiento de los distintos mecanismos. Por supuesto, esto es lo último que querríamos para nuestro querido coche. Vamos a aprender a evitarlo.
Qué es el sistema de lubricación de un vehículo
Se denomina sistema de lubricación al conjunto de componentes y dispositivos utilizados para distribuir el aceite y procurar la lubricación de todas las piezas móviles del motor de un coche, reduciendo así el rozamiento y sus consecuencias: calor, desgaste y pérdidas de potencia.
Esto es algo absolutamente necesario para los motores de combustión, si no se mantiene una lubricación adecuada, el motor empezará a deteriorarse, sobrecalentarse y dar problemas. Esto es crítico: sin la lubricación adecuada un motor puede averiarse mucho antes del final de su vida útil.
Por lo tanto, que el motor de nuestro coche se encuentre perfectamente lubricado y, por lo tanto, reducir la fricción entre las superficies de las distintas piezas tiene grandes beneficios:
+ Funcionamiento más suave y menor esfuerzo.
+ Se ahorra combustible en el funcionamiento del motor.
+ Menor rozamiento también significa menor desgaste de las piezas móviles y menor sobrecalentamiento, lo que ayuda a alargar la vida útil del motor.
+ Al tener menos desgaste y evitar el sobrecalentamiento, es menos probable que se produzcan averías del motor, por lo tanto, ahorramos en gastos de mantenimiento, reparación y piezas de repuesto.
+ Igualmente, por el menor rozamiento se reducen las pérdidas de potencia.
+ La lubricación en si, realiza una limpieza del interior del motor.
+ La capa de lubricante realiza una función de sellado de los anillos de pistón que proporciona estanqueidad contra los gases a alta presión del cilindro.
+ Evita que se produzcan ruidos por el rozamiento de las superficies metálicas entre si.
Para realizar la función de lubricación de las piezas del motor de manera efectiva, el sistema de lubricación cuenta con un buen número de componentes y dispositivos. Pero, ¿cual es el funcionamiento del sistema de lubricación del motor?
Estos son los componentes y sus funciones:
Cárter. Es el depósito del lubricante y se encuentra en la parte de abajo del motor. Dentro de él, se refrigera el aceite, por el flujo de aire de la propia marcha del vehículo. Esta hecho con una chapa metálica, de aluminio en coches de gama alta, y cuenta con aletas de refrigeración, un tapón de drenaje y una varilla de medición del nivel de aceite.
Bomba. Sirve para procurar el suministro de aceite necesario para la lubricación del motor, impulsándolo por el correspondiente circuito. Para que la bomba funcione, esta ha de ser accionada por otros mecanismos, principalmente el árbol de levas, el cigüeñal, la correa de distribución o el distribuidor.
Regulador de presión. Se trata de una de las piezas internas que lleva la bomba de aceite. Su función es la de servir de alivio para el exceso de presión. Esta función la realiza por medio de un resorte y una válvula de retención.
Luz de la presión del aceite. Los automóviles llevan un sensor de presión del aceite, unido al motor, se encarga de realizar y transmitir la lectura de la presión del aceite. La función de esta luz indicadora es la de indicar los problemas detectados con la presión del aceite.
Filtro de aceite. Realiza funciones de limpieza, eliminando la suciedad, el polvo, el barro y el agua y evitando que entren a las piezas que componen el motor.
Enfriador. Sirve para disipar el calor del aceite del motor, lo que ayuda a conservarlo y a reducir los procesos de oxidación.
Tubo de recogida. Se encarga de recoger el aceite de la bandeja, que inicia el proceso de lubricación.
Del correcto cuidado de los componentes indicados anteriormente depende que el sistema de lubricación funcione a la perfección, sin fallos, fugas ni otras averías. Al fin y al cabo, la salud de uno de los componentes más importantes de nuestro vehículo, el motor, está en juego.
Por lo tanto, parece bastante lógico conocer qué podemos hacer para evitar problemas de funcionamiento de este sistema.
Algunos consejos útiles para cuidar el sistema de lubricación del automóvil son los siguientes:
i Respetar los intervalos de sustitución del aceite y el filtro. Esta es una tarea de mantenimiento rutinaria que muchos talleres mecánicos realizan de manera económica. Si lo hacemos por nuestra cuenta, conviene tener experiencia o contar con ayuda experimentada. Siempre es recomendable realizar el cambio cuando el aceite se encuentra caliente, para evitar que la suciedad quede en el motor. Sustituir el filtro de aceite cuando corresponda es igualmente importante para que el aceite fluya limpio.
i Utilizar el tipo de aceite que recomienda el fabricante. Esta información viene detallada en el manual técnico del vehículo. No es recomendable utilizar un aceite distinto y, si lo hacemos, debemos asegurarnos de que sus características de viscosidad coinciden con lo recomendado por el fabricante.
i Realiza inspecciones buscando fugas. Es sencillo comprobar los bajos del coche para ver que no tenga manchas de aceite. Si las hay, las pérdidas de aceite pueden provocar una lubricación insuficiente de las piezas móviles del motor. Si se descubren, conviene dirigirse inmediatamente a nuestro taller mecánico de confianza habitual para que detecten y solucionen la fuga.
Siguiendo estas sencillas recomendaciones, reducimos la incidencia de las averías sobre este sistema y procuramos una lubricación adecuada al motor del coche. Las averías de este sistema suelen estar provocadas por la degradación del aceite o por una baja o alta presión en el circuito de lubricación.
Estos fallos pueden estar provocados por utilizar un aceite inadecuado, por el ensuciamiento del filtro de aceite, por obstrucciones del circuito, por pérdidas de aceite o porque la válvula de descarga esté agarrotada. El diagnóstico y solución deben ser inmediatos, así evitaremos averías mayores del motor.
Den
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