Faros de coches: componentes y funciones

Faros de coches: componentes y funciones

Las luces del coche nos permite circular en condiciones en las que no sería posible hacerlo sin ellas, además de garantizar una conducción más segura. Esto es porque los faros del coche aportan la luz necesaria para ver en la oscuridad y para que otros conductores nos vean a nosotros.

Por estos motivos, el alumbrado de un vehículo es un componente clave de la seguridad activa, al permitirnos circular en condiciones de baja visibilidad. Además, no solo indicamos nuestra presencia con ellas, sino también la dirección que vamos a seguir, si frenamos, o la velocidad a la que circulamos.

No pierda detalle, pues a continuación le mostramos detalladamente los principales componentes de los faros y sus funciones. ¡Acompáñenos!

Funciones de las luces del coche

Funciones de las luces del coche

La principal labor de los faros en los vehículos es la de iluminar la calzada, como se ha indicado antes, para lograr así una conducción segura y relajada. Para garantizar la seguridad, los componentes instalados en los vehículos necesitan estar aprobados de las autoridades y nunca deben manipularse.

La legislación vigente determina el tipo de luces permitidos y lugar de montaje del sistema, así como sus fuentes luminosas, su estructura, los faros de colores y los valores luminotécnicos reglamentarios. Además, son importantes para que otros transeúntes y conductores puedan vernos en la distancia.

→ Si nota que los faros de su vehículo no iluminan como antes, le interesará saber cómo restablecer la intensidad de los faros.

Principales componentes de los faros coche

Principales componentes de los faros coche
 Para que conozca el funcionamiento de los faros de un coche, vamos a diseccionar uno para que pueda ver cuáles son sus elementos más destacados: 
  1. Carcasa
    Es la pieza que integra todos los componentes del faro, como cables, reflectores de luz, etc. Va sujeta a la carrocería del coche y sirve para proteger estos elementos de las inclemencias externas. Ya que debe soportar calor, humedad, frío y demás condiciones, para su fabricación suelen utilizarse termoplásticos.
  2. Reflectores de luz
    La función más importante del reflector es captar la mayor parte del flujo luminoso posible. Una bombilla o lámpara emite el flujo lumínico y el reflector lo dirige hacia la calzada. Existen distintos sistemas de reflector diseñados para realizar esta función lo más eficazmente posible.
    Antaño, la mayoría de los reflectores de luz estaban hechos de acero. En cambio, en la actualidad se utilizan distintos termoplásticos, por ciertas exigencias impuestas a los faros. Por ejemplo, estructura, tolerancia a la hora de fabricarlos, peso, calidad de las superficies, etc.
    Los reflectores se elaboran con gran precisión, y en algunos sistemas de faros donde las exigencias térmicas son verdaderamente estrictas, también se utilizan reflectores de magnesio o de aluminio. Después, se vaporiza una capa de reflexión de silicio y otra capa de aluminio como protección.
  3. Módulos de proyección
    Los módulos de proyección se utilizan con frecuencia en los faros coches modernos para lograr una trayectoria luminosa delimitada con exactitud y un flujo luminoso elevado. Estos módulos pueden utilizarse para la personalización, es decir, para tunear faros. Existen varios diámetros de lente con distintas funciones lumínicas y posibilidades de montaje variadas.
  4. Dispersores
    Los dispersores pueden ser de dos clases: con óptica de dispersión o sin óptica de dispersión. Su función es la de dispersar, desviar o concentrar el flujo luminoso captado por el reflector para distribuir la luz como se desee. Un ejemplo de ello sería el límite claroscuro. No obstante, este concepto estándar ha quedado obsoleto al verse sustituido por nuevos sistemas sin óptica.
    Los dispersores sin óptica, denominados también transparentes, no contienen ningún elemento óptico. Además, sirven como protección contra las inclemencias meteorológicas y la suciedad.
    En cuanto al material, los dispersores convencionales se pueden fabricar con tipos de cristal sin burbujas ni estrías. Pero, por las estrictas exigencias actuales mencionadas, cada vez son más los dispersores hechos de plástico. Como alternativa al cristal presenta muchas ventajas:

→ Amplíe sus conocimientos sobre el tema, lea Sistemas de iluminación en el coche.

Diferentes tipos de luces de coches

Puesto que el 90% de lo que percibimos al conducir nos llega a través de la vista, disponer de un buen sistema de iluminación es clave para nuestra seguridad y la de todos los usuarios de la vía pública. Para conseguirlo, los vehículos cuentan con distintos tipos de luces y faros de colores.

En la actualidad, los vehículos están obligados a circular con una serie de luces. Las empleadas para iluminar el camino son las luces de posición, las diurnas, la luz de cruce y las de carretera. Estas luces del coche pueden clasificarse según el tipo de lámpara utilizado.

 Los distintos tipos de bombillas coche o lámparas que podemos utilizar en el esquema luces coche son los siguientes: 
  1. Halógenos
    Este tipo de bombilla es el más extendido en la actualidad, el más veterano, de más sencilla fabricación, y por ende, las más económicas. Su alcance supera los 100 metros, de manera que su presentación en 1962 supuso una enorme revolución con respecto a las antiguas bombillas incandescentes.
    Los halógenos son como las bombillas tradicionales empleadas en el hogar, con la sustancial diferencia de que en su interior se encuentra un gas que permite multiplicar la capacidad lumínica. Son muy económicas, pero su vida útil es inferior a 500 horas.
  2. Xenón
    Las lámparas de xenón no disponen de filamentos internos, sino de dos electrodos para generar electricidad y calentar el gas xenón de la ampolleta. El funcionamiento es similar al de un tubo fluorescente común.
    Otra gran ventaja de estas luces del coche es que el xenón proporciona hasta tres veces más luz en comparación con las halógenas. Y consumen mucha menos potencia, aunque son bastante más caras, pero su vida es considerablemente mayor.
    Las lámparas de xenón
  3. LED
    Los faros LED coche se introdujeron en la primera mitad del siglo XXI. Este tipo de luz puede utilizarse para faros auxiliares coche y para los frenos, las luces intermitentes o las de circulación diurna, obligatorias para cualquier vehículo fabricado en Europa desde febrero de 2011.
    La tecnología LED se basa en la unión de varios diodos de luz muy pequeños. Sus ventajas son: escaso peso, disponibilidad de ofrecer casi cualquier forma, consumo energético muy reducido y vida útil de unas 10.000 horas. Es fundamental asegurarse de que los faros LED coche estén homologados.
    Los faros LED coche

    → ¿Problemas con las luces del vehículo? Puede estar relacionado con un coche con la batería descargada.
  4. Láser
    El láser es la última tendencia en cuanto a luces del coche se refiere. Esta tecnología permite el diseño de los faros con mayor libertad, más pequeños y más eficientes, pues consumen un 30% menos de energía que los anteriores.
    Para faros largo alcance coche, las bombillas láser iluminan una distancia de hasta 600 metros, es decir, el doble que un faro LED. Además, la luz blanca que emiten es diez veces más intensa que otras fuentes de luz. Son faros con una larga vida útil, aun con un uso prolongado o en condiciones extremas.
    Hoy día, la tecnología LED comienza a incorporarse en modelos de gamas medias-bajas, y a veces, incluso de serie. Será porque estamos asistiendo a una revolución inteligente de la iluminación, gracias a la cual, las luces del coche son capaces de adaptarse a la meteorología, a las condiciones lumínicas y a la velocidad a la que circulemos.
    Además, mejoran la visión nocturna con sus sistemas de infrarrojos de corto alcance, evitan el deslumbramiento y brindan una iluminación más dinámica para una mejor visualización en las curvas.
    → Los componentes eléctricos del vehículo, como las luces, no funcionaran bien si el alternador está averiado. Lea aquí para descubrir los detalles.

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